Foto de autor
Era incipiente la salida del sol.Una suave brisa a azahares despertó mis sentidos.
Mis oídos se sumían en el mas deseado canto que los pájaros pudieran tener,eran un volver a nacer,
de ésta forma todo cobraría sentido.
Diáfano el cielo se hundía entre entre las laderas rojizas ruborizadas por el sol;un sendero se haría ruta a mis pies con renovadas esperanzas,creo,que mi semblante había cambiado,distendida,observe ese amanecer,algo que me hizo estremecer hasta el punto de sentir que ya lo había presenciado,podría ser?
Comencé a caminar,el móvil continuaba sin señal,el reloj marcaba las 07.15 horas.
Después de una parada para descansar mis pies,observe que en realidad estaba descalza;
si no me hubiera mirado no me hubiera dado cuenta,así como tampoco del hecho de que no sentía cansancio,así que continué.
El entorno no variaba mucho,en consecuencia para mantenerme despierta ante tanta monotonía comencé a cantar,pero no me escuchaba,no así el rumor de un arrollo que me acompañaba a la vera de la senda;o el canto de los pájaros que continuaba siendo estremecedor.
A estas alturas nada me extrañaba,el reloj marcaba las 15.20 horas,si,había caminado durante 8 horas y no solo no estaba cansada,sino que a mi entender la altura del sol en el cielo era la misma que cuando emprendí mi camino.
Tras pequeño momento para acomodar los acontecimientos en mi cabeza,seguí.
Comencé a buscar sobre las cortezas de los árboles indicios de musgos y líquenes que me indicaran el lado
húmedo y sombrío del mismo,forma en la cual hacía ya muchos años atrás había aprendido para poder orientarme y saber por donde se ocultara el sol,pero fue en vano,no los hallaba.Todo parecía prolijamente ordenado,como un decorado o escenografía.Para ocupar mi mente intenté recordar lo que había hecho antes de quedarme dormida en el bus;pues bien lo último fue haber consultado al chofer acerca de mi parada "El cruce",ese al que nunca llegué.
Mi reloj marcaba ya las 20.00 horas y sorprendentemente,sin que casi pudiera darme cuenta de que aún era de día recordé el momento en que adquiría mi pasaje y lo que había sucedido,acontecimiento el cual hasta ahora no le había prestado importancia,una muchacha se me había acercado a pedir ayuda,le arrebataban algo, lo que parecía un niño de sus brazos y yo lo presenciaba,dejé todo en el mostrador de la terminal de ómnibus y corrí para ayudarle,en ese instante todo se volvió oscuridad,no mas canto de pájaros ,no mas agua corriendo por el arroyo,cortante y profunda oscuridad;mi móvil se había apagado,o sea que ya ni esa luz tendría,y el reloj insólita y extrañamente marcaba las 19 hs.y sus agujas giraban en sentido contrario...;me arrodille...intenté llorar,pero no pude!...
continuará... |